no desgastes

No hace falta que desgastes miradas diáfanas,
Solo en realidad son frías y asoladas.

Apenas el verbo que me lanzas es vacío
No me inspira ni un solo silencio.

Creo que te escondes en flor equivoca de una tierra seca y llana.
Ni un solo río, mar o pantano.
Quien dé de beber a la mosca sobre aquel espejo.

La más bella y joven
De las montañas que ríen
Cien años de amanso y cordura.

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